Si te quieres mantener vivo será mejor que escuches a tu cabeza y no hagas caso de tus sentimientos, aunque he de decir que los valientes suelen morir.


27 jun 2011

2:33

Era una noche preciosa, no era cualquier noche, la luna relucia puesto que podia apreciar la palidez de mi rostro mientras me miraba al espejo, mi cara tenia un azul estraño, la verdad es que los nervios me hicieron tirar el espejo al suelo, tenia un nudo en la garganta y cada pensamieto de mi mente iba dirigido a el, estaba esperandole desde hacia a tres minutos, mi reloj ya daba las 2:33 de la madrugada, no podía mirar el paisaje, me daba miedo, algun que otro perro ladraba y los grillos me hacian sentir incomoda, queria tener todos los sentidos bien abiertos, estaba asustada. Estaba en una especia de esplanada rodeada de arboles, era bastante grande, pero hay estaban presentes demasiados bichos desconocidos para mi, y una oscuraidad profunda y desconocida entre los arboles. Por fin divise una sombra a lo lejos, era el, la sensacion de miedo se fue de mi cabeza y sonrei automaticamente al ver que ya no estaba sola. Algo se removia en mi interior, ya por fin se acerco a mi y me beso sin importar que algo en el ambiente inspiraba desconfianza, pero el miedo a ser descubiertos le podia, me miro a los ojos y una sonrisa asomo por su cara. Rapidamente tuvo la feliz idea de colarnos en la piscina, no estaba muy lejos, podriamos pasar por debajo, y asi lo hicimos, el tiempo no pasaba, y la sensacion de hacer lo que no estaba permitido me hacia sentir bien, los nervios se convirtieron en emocion y cada paso que dabamos era cada vez mas firme y seguro. Llegamos a la piscina y nos colamos por la verja que nos separaba del bordillo, no fue dificil ya que era vieja y estaba desgastada. Una vez dentro se me escapo una risita nerviosa y el me abrazo, en ese momento decidi mi futuro, queria estar con el, aquel momento era unico, nada podria estropearlo y por fin mi vida tuvo sentido, Sabia que muchos pagarian por tener un momento asi, increible, me asegure de que ese abrazo no se acababa y el tambien, tenia miedo de perderlo, de que de repente se esfumara y esta felicidad se me escurriera entre los dedos, pero no fue asi, el seguia ahi, tan real como yo. Caminamos tranquilamente por el borde de la piscina, las sombras de los arboles se reflejaban en la piscina, que parecia inmensa en esa oscuridad extraña, me cogio en brazos sin previo aviso y no se lo impedi, no queria que pasara el tiempo, sentia que el eras lo mas importante, que nada mas existia, se tiro a la piscina conmigo en brazos, y cuando caimos al agua senti el frio, el agua estaba helada y los escalofrios me obligaban a arrimarme a el, despues el agua invadio cada unos de los pliegues que tenian mis vaqueros y cuando me miro a los ojos me hipnotizo, que tendria esa mirada capaz de mantenerme despierta durante horas y de crear ambientes magicos en sitios incomprensibles como aquel, tenia frio, pero esa sensacion paso a segundo plano cuando me pidio un beso, le di su beso y sus labios sabian a cloro, despues de decir algunas palabras subrealistas salimos como pudimos de la piscina, la ropa pesaba una tonelada, y nos sentamos en el bordillo, pero no estuvimos mucho tiempo, no sabiamos que hora era y habia una alarma en nuestras cabezas que nos decia que deberiamos irnos y una vez pasamos por debajo de la verja tomamos la carretera, senti el asfalto demasiado frio y tambien indiferente, entonces le pare y le mire a los ojos, me sorprendio la cantidad de cosas que le dije con la mirada, las palabras serian un estorbo en ese momento.

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