De repente uno se da cuenta de que lo que merece la pena es aquello que te hace sentir bien no podemos rendirnos a las leyes que impone nuestra sociedad, cada uno vale su peso en oro, cada persona es un mundo inexplorado e increible, y si solo nos fijamos en lo malo y en los defectos hallaremos un callejon sin salida, dedemos aceptarnos y buscar nuestra inspiración, no soy un numero, no soy una mercancia, no soy una maquina que traga y traga folios enteros de apuntes, no volvere a echarme en cara que valgo poco, porque cada uno es libre, yo he nacido libre, y si la vida no nos sorprende, sorprendamos nosotros a la vida, no nos sentemos a esperar la felicidad, actuemos y busquemos un camino, eligamos un camino, y empecemos a ver la vida como algo excepcional, empecemos a vivir la vida a nuestra manera sin normas que nos limiten, cada uno se impone sus limites, aunque tendremos que sacrificar nuestra cordura para ello...
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