Porque nunca salió como esperaba, hice una montaña de un grano de arena, y cuando volví a la realidad mis sueños se evaporaron y no volvieron, fué horrible, darme cuenta de como mi mente me había traicionado, me prometí a mi misma todo, me prometí que mi fantasía se cumpliría, y me lo creí, y cuando no había remedio baje de las nubes y ya en tierra firme, me di cuenta de lo duro que era el suelo, me di cuenta de que todo era tan complicado, y a la vez tan fácil, que pensé que tenía truco y fallé.
Odio como me vacila el maldito destino.
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